Plaza de Toros de Marbella
Domingo 27 de julio de 2014
Novillada sin picadores
Cuatro erales de las Hermanillas, correctos de presentación, nobles, encastados y que dieron un gran juego. Destacó el primero. El cuarto fue el más complicado.
José Baizan. Estocada tendida y dos orejas. Estocada trasera y oreja.
Javier Orozco. Estocada trasera, aviso y oreja. Estocada trasera, aviso, descabello y oreja.
Se presentaba en el coso marbellí José Baizán que dejó una buena impresión. Anduvo por debajo de las condiciones de su primero, un eral noble, bravo, no sobrado de fuerzas, con fijeza, tranco y acometividad que no se cansó de embestir. Hubo algunos pasajes buenos con la franela, especialmente con la diestra, pero no hubo acople al natural. Se le concedieron dos orejas excesivas. Sus ruidosos seguidores pidieron el rabo. No sabemos de quién. El tercero fue otro eral bueno, con el que estuvo más entonado, dejando varias series en redondo y, especialmente, una al natural de enjundia. Este novillero tiene buenas condiciones, pero además de las naturales deficiencias técnicas, alterna el torero brusco y de tironazos, con el reposado y de mayor calado. Feo detalle el quitarse las zapatillas durante la faena, sin existir razones en el piso para ello. Estas cosas también deben corregirse. Esperemos que progrese adecuadamente.
Cierto es que a Javier Orozco le tocó el lote más complicado, especialmente el cuarto, pero le vimos con muchas carencias técnicas que debe ir limando, pues posee un gran valor, figura y condiciones para realizar el toreo clásico y ortodoxo. Con su primer oponente estuvo entonado, ofreciendo buenas tandas de derechazos y naturales. Con el que cerraba plaza, el más complicado, de embestida rebrincada y que se quedaba corto, aunque ofreció buenos momentos, especialmente al natural, afloraron en demasía sus comprensibles carencias técnicas. La técnica es esencial para no estar a merced del toro y para poder desarrollar la estética del toreo. El chaval tiene madera y quienes lo llevan deben esmerarse en corregir estos defectos y carencias, propias de los que empiezan en esta dura profesión
Paz y salud
Pepe Pastor
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